Los fermentados son alimentos que por su forma de preparación y conservación tienen muchas propiedades y contienen gran cantidad de bacterias, fibra y probióticos que cuidarán de tu salud intestinal y mejorará las digestiones y la flora intestinal, así como la microbiota, en definitiva poder adquirir mejor salud.
Hoy vamos a hacer una receta muy sencilla de FERMENTADO de Col Lombarda, la morada.
Un alimento que podrás preparar continuamente para tus ensaladas, acompañamientos o aperitivos, también es un buen recurso como snack.
Puedes hacer los fermentados con cualquier utensilio de los que tengas en casa para empezar.
Simplemente necesitas; un tarro o bote de cristal con tapa, algo para ejercer peso.
TIEMPO APROXIMADO DE LA RECETA DE FERMENTADO DE COL LOMBARDA
- Preparación: unos 10/15 minutos.
- Cocción: 0 minutos
- Tiempo de espera: de 7 a 10 días
INGREDIENTES Fermentado Col Lombarda
- 500 gramos de col lombarda (suele ser media col)
- 15 gramos de sal marina para trabajar la col
- Agua lo más pura posible
- 40/50 gramos de sal marina para disolver en cada litro de agua
- 3 clavos de olor
ELABORACIÓN DEL FERMENTADO
PREPARACIÓN:
- Corta la col de manera que queden pequeños trozos en juliana. Una buena manera es partirla en 3 o 4 trozos grandes y a partir de ahí ir cortando por una esquina. Se van desprendiendo las láminas y quedan tipo juliana.
- Prepara medio litro de agua embotellada con el resto de la sal (20 gramos aprox.) con esta cantidad habrá suficiente para la cantidad de col que vamos a preparar.
- Coloca los trozos cortados en un bol grande que te permita trabajar con las manos la col. Añade la sal (15 gramos para este peso).
- Comienza a masajear la col durante unos 7/10 minutos con las manos. Aconsejo te pongas guantes con esta col ya que al ser morada destiñe y te mancharás las manos y uñas, pero también puedes hacerlo sin ellos, luego habrá que frotar un poco con detergente para eliminar el teñido.
- Al finalizar verás que la col ha ido soltando un caldo/agua. Pon la col ya trabajada en un tarro de boca ancha limpio (puedes esterilizarlo antes de usarlo para asegurarte que no contiene ninguna bacteria). Mientras colocas la col en el tarro, ve presionando para que vaya colocándose toda bien apretada. Puedes usar un mortero, si es de madera te aconsejo que lo envuelvas con papel film para que no se tiña la madera.
- Una vez hayas colocado toda la col bien apretada en el tarro de cristal seguramente necesites más líquido para que la col quede bien sumergida. En este momento añade el agua que has preparado con sal hasta que dejes unos 2 centímetros de agua por encima de donde haya quedado la col. Le puedes poner un vaso más pequeño sobre la col de forma que el agua sube y cubre bien la col, también puedes usar piezas especiales de vidrio o cerámica que vende para los fermentados de manera que pueda salir el gas y evitar que entre el oxígeno.
- Coloca una gasa o papel de cocina y pon la tapa sin cerrar del todo, ya que una vez lo dejes reposando comenzarán a salir gases de la fermentación y podría explotar el tarro si no puede respirar.
- Añade la fecha del momento de preparación con una etiqueta o con un rotulador en el bote y colócalo en un lugar oscuro y fresco como una despensa o armario alejado del calor, lo ideal es que esté sobre 18º C los primeros días.
- A partir del tercer día comprueba como está yendo la fermentación y que no se haya creado moho. Luego cada dos o tres días saca el bote y comprueba cómo va el proceso, puedes probarlo y terminar con la fermentación en el momento que te guste el resultado. Generalmente es conveniente tenerlo entre 7 y 15 días mínimo.
- Una vez ya se encuentre es su punto óptimo, cierra el tarro y consérvalo en la nevera. Con el frío la fermentación se para, o podríamos decir que se ralentiza tanto que apenas sigue. A partir de aquí ya puedes ir consumiéndolo de la manera que más te guste.
NOTA: ¿Qué podría pasar con esta receta tan sencilla para que se fuera al traste?
Pues que una vez lo dejas preparado en tu despensa, la fermentación no se procese correctamente y en su lugar comience a salir moho en la superficie y paredes altas del tarro.
Esto puede ocurrir porque hay partes y trozos de la col que han quedado fuera del agua con sal o salmuera, por lo que comienzan a pudrirse. También porque hayas puesto encima de la col para bajar los trozos, una hoja de la misma col para que haga de tope pero no ha quedado sumergida en el agua.
Bien, sea el motivo que sea por el que te haya ocurrido esto, el consejo es que tires el tarro y la preparación. Una lástima, pero no debes arriesgarte a quitar el moho visible y comer el resto del preparado que, con seguridad, aunque no lo estés viendo, tendrá esparcido por toda la col este moho.
No vale la pena jugar con la salud y menos por algo así. Prepara otro fermentado y listo…
Para que veas como puede quedar si te ocurre, te dejo esta foto.
Contraindicaciones de un Fermentado de Col
Hablamos de las bondades de los fermentados que son muchas, sin embargo debemos decir y tener en cuenta que, estos platos en general llevan mucha sal por lo que para personas con tensión alta o dietas con poco o nada de sal debería abusarse, no tomarlo o tomar muy poco.
Si quieres adquirir elementos y botes ya preparados para fermentar en casa de manera muy cómoda te muestro los siguientes enlaces para que puedas echar un vistazo
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